lunes, 22 de junio de 2009

Sindrome de Down

El Síndrome de Down es una alteración genética que se produce en el mismo momento de la concepción, al unirse el óvulo con el espermatozoide.
Su etiologìa es hasta el momento desconocida.

Cualquier persona puede tener un niño con Síndrome de Down, no importa su raza, credo o condición social. Todos nosotros tenemos 46 cromosomas en cada una de nuestras células; 23 provienen de la madre y 23 del padre.
Tanto uno como otro pueden poseer un cromosoma de más, ya sea en el óvulo o en el espermatozoide. De esta manera uno de los dos aportará 24 en lugar de 23 cromosomas y nacerá entonces una persona con Síndrome de Down, que tendrá en total 47 cromosomas, en lugar de los 46 correspondientes.

Ese cromosoma extra se alojará en el par 21, por eso se conoce con el nombre TRISOMIA 21.

El cromosoma extra al que nos hemos referido, hace que las personas con Síndrome de Down posean características físicas similares (ojos oblicuos, con pliegues de la piel en los ángulos internos; poca tonicidad muscular; nariz pequeña y de puente algo bajo; orejas pequeñas y de baja implantación; manos pequeñas, dedos cortos. Suele haber un solo surco en la parte superior de la palma, en vez de dos; baja talla, etc.), que no siempre se dan todas juntas, ni en todos los casos. Por esta razón, lo más probable, es que un niño son Síndrome de Down se parezca más a sus padres o hermanos, que a otros niños con Síndrome de Down. El diagnóstico que se les realiza es básicamente clínico. Esto quiere decir que en el momento del nacimiento y, ante ciertos rasgos físicos, se tiene una presunción del Síndrome.

El recién nacido tiene o no Síndrome de Down y no existen grados intermedios. El que un bebé presente pocos signos externos no significa que se trate de un "Down leve", se trata de un bebé con signos atenuados. Lo mismo ocurre frente a la ausencia de enfermedades o complicaciones de salud; son condiciones positivas, proveen una buena base, pero no determinan el proceso evolutivo posterior.

Síndrome de Down podrán desarrollar todo su potencial de aprendizaje y seguirán mos pasos de desarrollo que el resto de los niños, sólo que lo harán más lentamente. Dependerán fundamentalmente de una familia sólida que les brinde amor y pertenencia y de profesionales de apoyo que crean primero en ellos como "personas" y luego como "personas con Síndrome de Down
Estrategias a elaborar:

Dinamismo y la toma de conciencia del Yo corporal

El niño normal posee un potencial fuertemente dotado en los aspectos intelectivos y sensoriomotriz que lo habilita para romper la unidad de ambos, una vez que la simbiosis deja de ser necesaria como estructura elemental de sostén. Este lumbral de madurez es franqueado paulatinamente a partir de los 3 años. Para llegar a él, sigue una trayectoria de múltiples y vividas experiencias que comienzan en la cuna y sus primeras relaciones y contactos con los seres y los objetos.
Antes del año de vida: el niño forja un mundo egocéntrico donde el Yo es el todo; tiene una conducta dirigida por experiencias inmediatas con los objetos que lo rodean, donde él no puede desligarse de las sensaciones que le producen el tacto y el manipuleo. Esto lo lleva a identificase con los objetos y así pasan a ser una prolongación del Yo (Piaget).
En ésta época de conducta Sensoriomotriz: El Yo es el centro y no se destaca del marco espacial en el cual se desenvuelve. Posee una visión difusa e indiferenciada de sus partes, que responde a la visión globalizante de su pensamiento sincrético.
La conducta prensil y de manipulación deja paso mas tarde a un comportamiento dinámico que hace reemplazar las impresiones táctiles por las impresiones Kinestèsicas, determinando entonces que el Yo quiebre su identidad con el objeto y se destaque del contexto espacial.
Paulatinamente el niño emerge de ese mundo en el cual el Yo era la totalidad para establecer una diferenciación entre él y el mundo exterior.
En esta distinción se halla implícita la relación entre ambos. Relación expresada por medio de un dinamismo que se proyecta desde el Yo corporal (centro de acción) hacia el espacio (territorio de acción) y se desplaza en él.
La apreciación progresiva de esta integración del Yo al campo espacial en que se orienta, lo conduce a la toma de conciencia de que su cuerpo es el centro del cual emergen las proyecciones dinámicas que lo relacionan con los objetos y de que él recibe como en un movimiento de retorno las impresiones resultantes de esa proyección y ese contacto.
Para el niño proyectarse con el objeto ya no es identificarse con él, esta diferenciación aporta claridad a la imagen corporal, que va diferenciándose en los elementos que la constituyen a medida que sus impresiones le hacen tomar conciencia de las partes integrantes como medios receptivos y de relación.
Esta imagen es semejante a cualquier otra imagen mental y se compone de tantos elementos como los que puede reunir en cualquiera de ellas. El niño por lo tanto no puede agregar más datos a esa imagen que los que le autoriza la etapa de evolución de su pensamiento.
Antes de los 4 años, los elementos de que consta la representación interiorizada de su cuerpo dependen de su pensamiento egocéntrico y preconceptual.
De los 4 a 6 años, en el niño normal se produce una conceptualizacion creciente que le va a otorgar la madurez necesaria para que modele su conducta según las presiones del medio ambiente familiar social y escolar, pudiendo realizar un aprendizaje normal. En esta época el pensamiento evoluciona a una posible socialización que le ayudará a organizar sus expresiones inmediatas traduciéndolas en conceptos y aportando nuevos datos a su esquema corporal. De éste modo la Imagen del cuerpo se enriquece y responde al grado de evolución de su pensamiento, adquiriendo más datos cuanto mayor es la conceptualizacion del mismo.
Dinamismo y pensamiento: Sus relaciones con el esquema corporal en el débil mental
Toda expresión motora necesita de un control mental, ejercitando ese control por medio de una representación interiorizada de las acciones a nivel cortical; esta imagen es la que sostiene y enlaza los pensamientos, que de este modo se transforman en el fundamento de todo el control motor.
Si no se obtiene dicho control, no pueden perfeccionarse las cualidades del movimiento:
La educación del freno inhibitorio es imprescindible para adquirir la posterior precisión del gesto, pero esta representación mental de las acciones no se puede presentar en forma aislada, sino que debe asentarse en un exhuma corporal esbozado a nivel del movimiento que se va a ejecutar.
De allí que la nitidez y completud de la imagen del cuerpo tenga relevante importancia en la educación del movimiento.
Las impresiones cinestésica impulsan al niño a tomar conciencia de sí mismo y de las distintas partes de su cuerpo, resulta que la dinámica corporal asentándose en una representación interiorizada, compone un circuito de inteligencia y motricidad de intrincada trama, donde cada una de ellas es soporte y a la vez estímulo de la otra en activa y recíproca acción.
Si examinamos los rasgos sintomáticos del cuadro en general de inmadurez psicomotora veremos que el ESQUEMA CORPORAL DEFICIENTE no aparece ahora como un signo entre otros; sino que se revela como el factor básico en el que radica la importancia de las representaciones mentales que permitirán ejercer el control motor de la coordinación general.
Este enfoque propone realizar toda la educación en función del esquema del cuerpo , tratando de llegar a estructurarlo por medio de la actividad mental que comanda la accion y de la expresión motora que la pone en juego.
Para cumplir con este fin se considera:
Las anomalías y deficiencia que presenta el niño psicomotor inmaduro.
El planteo de la ejercitación psicomotriz correspondiente, estructurando por su intermedio el esquema corporal.
La ejercitación correctiva en sí misma y su discriminación de acuerdo con la función terapéutica que cumple en relación con los trastornos acusados en el cuadro de debilidad psicomotora.
Anomalías y deficiencias en el cuadro de inmadurez psicomotora
Las anomalías del ciclo en la edad de 3 años 6-5 años de edad motora, permite comprobar que las mismas, en este período de desarrollo se distribuyen en tres campos distintos del comportamiento psicomotor:
En la actividad tónica.
En la actividad de relación.
En la actividad psicofuncional: En las capacidades psíquicas vinculadas estrechamente al acto motor
La actividad tónica: es la que dependiendo íntimamente de la correcta regulación del tono muscular o de su equilibrio, permite el mantenimiento de una actitud correcta y de su elasticidad. Esta función tónica que es la primera organizada en el niño permite tener la inmovilidad, sobre cuyo control reposan todas las actitudes.
Al educar esta función, logramos el progresivo desarrollo del freno inhibitorio que actúan sobre los movimientos impulsivos.

Las anomalías son:
Alteraciones en el tono muscular
Hipo o Hipertonía, dificulta la toma de actitudes correctas, provocando su deformación o la incapacidad para mantenerlas. Influye sobre la actividad postural.
Incapacidad para regular el tiempo de ejecución de un movimiento por:
a) Ausencia o disminución del freno inhibitorio, que por esa causa no modera los movimientos impulsivos, tanto en el desplazamiento corporal como en la actividad gestual.
b) Lentitud de reacción frente e los estímulos sensoriomotrices recibidos, tanto en ejercicios ritmados como en la actividad espontánea.
Alteraciones en la coordinación estática
Desordenes del equilibrio, perdida en el desplazamiento i incapacidad de mantenerse quieto.
Inexpresividad facial
Por falta de elasticidad en los músculos del rostro, que lo hacen incapaz de reflejar adecuadamente sus estados de animo por medio de la mímica expresiva.
La adquisición de estos movimientos tiene un valor genético y están ligados al desarrollo neurológico general.
 
La actividad de relación: constituye el movimiento en si; su reeducacion tenderá a lograr la precisión del mismo y a mejorar la calidad de su rendimiento.

Las anomalías son:
En la coordinación general
Marcha: sin elasticidad en el desplazamiento ni en el movimiento sinérgico de los brazos.
Carrera: a) corre sin agilidad b) no corre, en este caso el niño manifiesta no saber correr y se niega a hacerlo por temor a caerse.
Salto: incapacidad para saltar, aún sin existir causa orgánica que lo justifique. A pesar de sus esfuerzos el niño no logra separarse del suelo.
Prueba nº 3: (de 3 años) casi siempre es negativa, porque el niño no salta bien o no cumple íntegramente las consignas ya que separa sus pies o pisa la soga.
Prueba nº 3: (de 4 años) se aginen al niño 7 u 8 saltos en 5 segundos, brincando en su lugar, en la mayoría de los casos no consigue elevarse del suelo.
Dificultad para saltar con los pies juntos: Prueba nº 3: ( 5 años) el niño generalmente separa los pies con un movimiento alternativo al elevarse y caer. El proceder mas positivo en esta etapa es el de salto bajo, a escasa altura y sin obstáculos.
Adecuación deficiente de la marcha al ritmo impuesto: movimiento de desplazamiento sin ajustar al ritmo escuchando ni a las variaciones impuestas.
 
En la coordinación dinámica manual

Modos prensiles sin refinar: no evidencia en forma espontánea el movimiento de pinza en ejercicios de selección.
Sincinesias manuales acentuadas: de difusión tónica y de reproducción.
Imprecisión: en el manipuleo y la ordenación de objetos.
Dificultad: para establecer movimientos de 2 tiempos, tanto simultáneos y simétricos como alternativos (prueba nº 5- de 4 y 5 años).
Dificultad: para establecer la coordinación ritmada con palmas al compás de ritmos variados.
Coordinación visomotriz y dinámica manual deficientes: en actividades de iniciación en recortado, picado, enhebrado, modelado y en la actividad gráfica.
Abotonaduras: efectuadas con gran imprecisión y lentitud o bien sin lograr cumplir su intento. (test nº 4 de 4 años de Ozeretzki).
 
En la actividad psicofuncional: En las capacidades psíquicas vinculadas estrechamente al acto motor

Las anomalías son:

Trastorno de la atención
Memoria: Visual, auditiva y motriz en registro disminuido.
Deficiente sentido de orientación espacial: conocimiento limitado de las distintas direcciones del campo espacial respecto de su propio cuerpo; en muchos casos se los reduce a los lugares arriba y abajo. Lo mas frecuente es la indecisión del reconocimiento de adelante, atrás y al costado o el desconocimiento de esos mismos lugares. El conocimiento de la derecha en si mismo es de rara excepción.
Organización deficiente de la imagen corporal:
Traducido en el dibujo: por el esquema por omisión de elementos básicos. La figura humana en esta etapa se reduce al esquema primario: cabeza y piernas.
En la actividad praxica: se evidencia en la construcción de una imagen óptica deficiente, manifestadas por la imposibilidad de nombrar las partes de su rostro, si no es por reconocimiento visual por otro ser y por el desconocimiento nominal de partes esenciales de su cuerpo, que no son directamente visibles o de otras que no se han hecho conscientes por tener participación mas reducida en la actividad corporal; rodillas, cuello, pecho, espalda, hombro, etc. Por la dificultad expresada para imitar actitudes simples en espejo. Por la torpeza que pone de manifiesto en la actividad gestual.

Educación psicomotora en función del esquema corporal

Los signos que aparecen en este cuadro de anomalías y deficiencias del comportamiento psicomotor, provocan en el niño un estado de inmadurez difusa que se hace característico de este ciclo y que le impide tomar plena conciencia de su Yo como sujeto integrante de un mundo con el cual no puede establecer las relaciones adecuadas.

Su educación deberá centrarse en la toma de conciencia de ese Yo, y para ello se tratará de agudizar la sensibilizar de captación por medio de impresiones claras y definidas:
Táctiles.
Visuales.
Auditivas.
Musculares.
Cinestèsicas, etc.
Educando la Atención y la Memoria y Ejercitando las Coordinaciones motrices correspondientes a estimulaciones diversas.
Por medio de los sentidos, el psiquismo y el movimiento, le haremos tomar conciencia de cada una de las partes de su cuerpo, del espacio que lo rodea y de sus relaciones con él. Esto lo llevará a crear una imagen corporal cada vez mas clara y perfecta; y a su vez este dinamismo será educado siguiendo las normas del desarrollo, de modo tal que en función del esquema corporal y las relaciones dinámicas podamos corregir las deficiencias o disminuir las alteraciones anotadas en el cuadro de debilidad psicomotora.
Es un proceso reversible, donde se trata de enseñar, estimular y corregir, para que en función de uno y otro aspecto el niño logre una madurez progresiva, que permita luego la prosecución del aprendizaje.
 
Educación Psicomotriz

Ejercicios seriados correctivos y de desarrollo:
Educación psicofuncional.
Educación en la actividad tónica.
Educación en la actividad de relación.
Para lograr la maduración psicomotriz es necesario el estimulo y desarrollo de la capacidad intelectual del niño como la educación misma del movimiento que es controlado por ella. La educación tratará de corregir la inhibición del movimiento para lograr precisión, ejercitando este control sobre la actividad corporal voluntaria, la mímica y la coordinación manual a través de la educación de la función Tónica, de la actividad de Relación y de la estimulación Psicofuncional.
Se tiene que tener un vasto plan de ejercicios correctivos y de desarrollo, agrupados en diversas series graduadas, según la dificultad y el fin que se persiga dentro de cada uno de los tres sectores de la educación.
 
Ejercicios de la educación Psicofuncional:

Ejercicios de Atención: de coordinación manual; gráficos, verbales, rítmicos (sin desplazamientos), lúdicos.
Ejercicios de percepción sonora: de acuidad perceptiva y discriminación; de memoria auditiva; de coordinación auditivo-motriz.
Ejercicios de percepción visual: de acuidad visual y discriminación; de memoria visual, de coordinación visomotriz.
Ejercicios de memoria motora.
Ejercicios de orientación espacial.
Ejercicios de imitación de actitudes.
 
 
Ejercicios para la educación de la Función Tónica:
Ejercicios para alteraciones de la tonicidad: relajación y contracción muscular.
Ejercicios para el desarrollo del freno inhibitorio: de silencio y control de movimiento, de inhibición en marcha, de inmovilidad, juegos de inhibición.
Ejercicios de equilibrio estático.
Ejercicios de equilibrio cinético.
Ejercicios de expresividad facial.
Ejercicios para la educación de la Actividad de Relación:
Ejercicios de coordinación general: marcha, carrera, salto, ejercitación rítmico-motora.
Ejercicios de coordinación viso-motriz y dinámica manual (primera etapa hasta 5)
Ejercicios de control de movimientos manuales: prension y manipulación de objetos.
Ejercicios de destreza y coordinación manual: (primera parte); de movimientos amplios, movimientos restringidos y presicion progresiva; de coordinación psicomotriz sobre dibujo; de coordinación visomotriz delicada: picado, recortado, modelado, plegado, en lineamientos correspondientes a esta primera etapa.
Ejercicios de coordinación rítmico-motora de miembros superiores.
Ejercicios de gimnasia en las manos: primera parte.
Ejercicios contra sincinesias manuales.
Ejercicios de lanzamiento de pelota.
Ejercicios e grafismo previo a la escritura. (primera parte)
Ejercicios de destreza y coordinación manual: (segunda etapa 5 a 6 a)
Ejercicios de coordinación visomotriz delicada: picado, recortado, plegado, modelado, bordado, contorneado y coloreado, en lineamientos de dificultad progresiva.
Ejercicios de gimnasia en las manos: segunda parte.
Cuentos animados con movimiento digitales.
Ejercicios de grafismos previos a la escritura: segunda parte.
Ejercicios de coordinación visomotriz delicada: picado, recortado, modelado, plegado, bordado, en lineamientos de dificultad progresiva; ejercicios previos al contorneado y al coloreado: iniciación de ambas actividades.
Actividades estéticas, para ambas etapas, que ponen en juego la coordinación visomotriz delicada y la precisión del dinamismo manual.
 
El fin educativo-correctivo es:
Estos tres tipos de educación se pondrán en juego función y a medida que vayan discriminándose los elementos integrantes del exhuma corporal. Deben seguir el orden predicho en la reeducacion general: los ejercicios de la educación tónica deberán preceder a los que impliquen educación del movimiento, pero se llevan a cabo por una ejercitación combinada que ensamble el aspecto trifasètico que debemos encarar.
La educación de la Función Tónica:
Parte de los ejercicios de equilibrio de la tonicidad que van a sustentar la adquisición de la precisión del gesto. Combinados con los ejercicios e silencio y de inmovilidad, llevaran a crear el principio de autodominio, base indispensable para la educación futura del movimiento voluntario. Junto a los ejercicios de control de movimientos van a favorecer el desarrollo de la inhibición, que actúa como freno para la impulsividad de los gestos. Algunos de estos ejercicios buscan el estado de reposo o evitan los desplazamientos -entre ellos, los de equilibrio y expresividad facial, relajación, inmovilidad y silencio - mientras que otros como los de control de movimientos, equilibrio cinético y los juegos de inhibición, trasladan ya el control conseguido a un relativo dinamismo.
Simultáneamente con ellos y en forma progresiva se ejercitara la atención, la memoria visual, auditiva y motriz, lo cual contribuirá a facilitar la estabilidad psicomotora indispensable para sustentar todo aprendizaje posterior.
La educación de la atención es fundamental:
La atención làbil no solo impide fijar los conocimientos sino que muchas veces es causa de la inestabilidad del comportamiento. A su vez la conducta ambulatoria o la inquietud permanente no permiten la fijación de la atención y por lo tanto del aprendizaje. Es de suma importancia lograr la estabilidad de ambos factores de influencia reciproca, atención y conducta, para lo cual es primordial investigar si existen causas orgánicas que originan su alteración, y en caso positivo, encarar el tratamiento médico que regulará la inestabilidad. La disritmia cerebral es una de las causas màs frecuentes de la conducta inestable.
La educación Psicofuncional:
Regulando en primer termino la atención estimulará luego los distintos tipos de memoria, al mismo tiempo que la educación de la función tónica llevará a obtener el control del movimiento y desarrollará la inhibición que actúa sobre la motilidad voluntaria, sentando las bases para la educación progresiva de la coordinación general. Esta corresponde ya a la educación de la actividad de relación y se llevara a cabo en dos aspectos bien diferenciados:
Actividades de desplazamiento corporal, en ejercicio de marcha, carrera y salto.
Actividades de la coordinación manual.
 
 
 
 
 
 
 
 

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